La horca de la Ojeda

En la franja central de la comarca de la Ojeda, los valles por lo que transcurren los arroyos de San Andrés, de Cozuelos y el río Burejo forman una horca o tridente de gran fertilidad agraria y una considerable concentración de arte románico, que se asemeja al palo con dos o más púas o sobrepuestas de hierro, con el cual los labradores tradicionalmente hacinaban las mieses, las echaban en el carro, levantaban la paja o removían la parva.

Nos dirigimos por carretera hacia Santibáñez de Ecla pero en la primera pista forestal que encontramos nos desviaremos siguiendo las indicaciones del Camino Natural. Por ella, ascenderemos hasta un pinar y para descender hasta Moarves de Ojeda. Continuaremos las indicaciones del CN del Románico Palentino hasta un páramo con bellas vistas a la Montaña Palentina.

Un rápido descenso nos llevará hasta Olmos de Ojeda, el cual cruzaremos por su calle principal hasta salir hasta la carretera P-227 y por la que transitaremos durante unos 200 metros. En ese punto, tomamos el camino que conduce hasta la granja de Santa Eufemia de Cozuelos. Continuaremos hacia el final de la pequeña vega para a través de campos de labranza encarar el ascenso a una loma. Descenderemos hasta Villaescusa de Ecla, donde podemos acercarnos a contemplar el pequeño puente medieval por el que llegaremos a través del paso de la Culada del Diablo.

Desde Villaescusa por carretera llegaremos hasta a una pequeña cantera y unos metros más adelante sale una pista por la izquierda que nos llevará a Santibáñez de Ecla. Llegados hasta este pueblo sólo nos quedará un pequeño tramo por carretera para regresar al punto de inicio.

Nota: En esta ruta podremos encontrar señalización coincidente de la:

• Camino Natural del Románico Palentino